Hasta hoy, todos hemos sido
formalmente invitados a la cena/
Nada importa el tono de piel ni el peso de
monedas en el apellido/
Acudiremos cada cual a su tiempo, pero nadie querrá
dejar de hacerlo/
Llevaremos como presentes aquello de lo que no queremos
desprendernos
Abrazaremos con calor a los amigos y
a los que fueron enemigos /
Y a una voz cantaremos viejas canciones y tejeremos
otras nuevas./
Las mujeres llevarán sus vestidos nuevos y estrenarán prendas
inéditas/
Envolverán con sus sonrisas y con luces inventadas para la ocasión
Los hombres cargarán sus mejores
trajes e irradiarán felices esencias/
Pondrán sus corazones en escena y los
compartirán con otros/
Los niños irán como quieran, plenos de risas y ganas de
vivir/
Llevarán sus juguetes preferidos, prestos al intercambio.
Todos colocaremos sobre la mesa
infinita la comida y la bebida/
Cada cual intentará por momentos ser cada uno
de los demás/
Nuestras miradas atravesarán alegrías y palabras en busca de lo
absoluto/
Y volveremos a nosotros mismos, plenos de días por inventar.
Y ofrendaremos el pan como un nuevo
cuerpo del que todos formamos parte/
Y beberemos el vino como quien transita
hacia las cósmicas moradas/
Y transmutaremos nuestras almas albergando las
luces y sombras del mundo/
Y asumiremos el amor como un diario ejercicio de
darnos para ser.
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