lunes, 7 de diciembre de 2015

Diplomado: Gestión en Socialización del Conocimiento Científico y Tecnológico


Esta es una simple propuesta que aún hay que mejorar mucho...

PAUTAS CURRICULARES

El presente diplomado propicia el desarrollo de conocimientos/ habilidades en servidores públicos, para potenciar la gestión de la socialización de la ciencia en el país. Ello implica necesariamente el despliegue de procesos que afiancen en los participantes modos específicos de democratización del saber.  En consecuencia, esta experiencia formativa debe garantizar la posibilidad de que personas y colectivos participen activa y críticamente en la construcción de sus aprendizajes, desde el horizonte de la conformación de una cultura científica en el país, autónoma y pertinente. Se trata, en síntesis, de generar un ambiente formativo, un clima propicio y orientaciones y estrategias de facilitación pertinentes para que los participantes compartan críticamente con sus compañeras/os de diplomado sus experiencias en gestión para la socialización de la ciencia, y proyecten al futuro acciones más efectivas y pertinentes en sus ámbitos comunitarios e institucionales.     

No obstante, para lograr lo anterior, es necesario problematizar tanto el quehacer científico dominante, como las pautas educativas y curriculares imperantes. Así, se hace necesario desmontar y desintegrar progresivamente las estructuras fundantes de una sociedad en crisis, que intensifican diariamente situaciones globales de injusticia, inequidad y asimetrías;  Una organización internacional del conocimiento, manejada desde las grandes corporaciones,  caracterizada por la fragmentación, el individualismo y la competencia, y una educación plegada al capital internacional, productora de egoísmos que se niegan mutuamente.  Por otra parte, diversos colectivos del mundo asisten a una búsqueda compartida de fundamentos para repensar y reasumir la vida, la búsqueda del conocimiento y la condición formativa, invocando las cualidades de la sociedad que pretenden, viviendo en el día a día la justicia y la equidad, reorganizando el saber social desde la democracia cognitiva, generando condiciones de solidaridad y búsqueda compartida.

Dos dimensiones
El diplomado, por tanto, asume dos dimensiones de aprendizaje que, en el trabajo cotidiano, están indisolublemente unidas.

1.    La reflexión crítica sobre lo que se hace, por qué y para qué de los procesos de gestión de procesos de socialización del conocimiento científico, que pasa por una evaluación profunda del trabajo de cada quien, y su impacto organizacional y comunitario.  Esta reflexión incluye, necesariamente, una mirada cuestionadora al quehacer científico dominante. 
  
2.    La prefiguración de esas acciones de cara al futuro, integrando las realidades locales y regionales, el tipo y los alcances del trabajo que se desarrolla, con los requerimientos demarcados por el marco jurídico nacional y los planes del estado venezolano.

El horizonte común
No obstante, no podemos reducir ninguna acción formativa a la mera conformación de competencias, puesto todas nuestras acciones como ciudadanos están comprendidas en un horizonte mayor. La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV), al ubicarnos en un estado democrático social de derecho y justicia, nos exige el énfasis en los valores de  vida, libertad, justicia, solidaridad, democracia y responsabilidad social (art. 2).  Así, en cualquier espacio formativo que asumamos, tenemos que plantearnos cómo estarán presentes estos valores, por lo que hemos de construir espacios de respeto, de participación, donde hablamos de la vida y sus posibilidades, de lo justo, de lo equitativo.

Por otra parte, la misma CRBV nos otorga el mandato de que la soberanía reside en el pueblo (art. 5), quien es el beneficiario directo, en este caso, de la acción educativa. Así, este diplomado tiene como destinatario final el Poder Popular en la democratización del saber y la participación comunitaria, para la reconstrucción del espíritu público en los nuevos republicanos y en las nuevas republicanas con profunda conciencia del deber social (art. 103 CRBV).


Nuestra concepción de currículo
El término currículo, del latín currículum, que significa a la vez carrera y carro (vehículo),  tiene diversas connotaciones, entre las que predominan la que lo iguala a un plan de estudios, y la que lo identifica con un listado de competencias/valores. En el presente caso, es preciso retomar el significado originario, entendiendo que al hablar de carrera, no implica un campo disciplinario, sino una trayectoria de vida. De esto se trata cuando hablamos del currículum vitae.

En este sentido, currículo implica un momento de la vida total de los seres humanos, relacionado con situaciones de aprendizaje profundo, integral. Un momento que integra dialécticamente una reflexión sobre procesos de vida, y el avizorar posibilidades de nuevos caminos por crear. En síntesis, de cara al presente diplomado, se entiende currículo como una situación formativa, que coloca seres humanos en situación de aprender desde la crítica y la autocrítica, y la construcción compartida. Esto se refiere a modos específicos de generar aprendizajes y conocimientos desde la vida y para la vida, desde el diálogo y la construcción colectiva, desde lo transdisciplinario y lo transmetodológico.

Fundamentos del diplomado
El presente diplomado se fundamenta en los siguientes ámbitos.

Andragogía. Disciplina que promueve el aprendizaje desde la experiencia,  desde los proyectos vitales de las personas, en la búsqueda de una formación integral y significativa para personas y colectivos.

Educación popular. Propuesta formativa que supone una visión crítica de la realidad y el establecimiento de bases y condiciones para transformarla.

Humanismo. Se basa en el supuesto de que el ser humano es lo más importante, visto en todas sus dimensiones: valores, experiencias, saberes, afectos, habilidades/ destrezas,  relaciones, entre otras.

Educación permanente. Visión de la educación que sostiene que ella ocurre en todos los lugares y en todos los momentos, y todos los miembros de la sociedad intervienen en ella.

Sistematización. Proceso de construcción compartida de conocimientos, a partir de los procesos personales y comunitarios de vida, tendente a incrementar niveles de consciencia y a mejora el trabajo cotidiano.

La democracia participativa y protagónica. Lineamiento de la política del estado venezolano que nos ofrece la posibilidad de las personas intervengan activa y críticamente en la generación de políticas, estrategias y acciones concretas, para el beneficio de todos. En este caso, viabiliza el desarrollo de saberes construidos entre todos, académicamente válidos y socialmente pertinentes.

Líneas curriculares estratégicas
1.    Formación desde y para la vida. La vida de cada participante, en cuanto al desarrollo de procesos de socialización de conocimiento científico, tecnológico y de innovación, es el eje central del proceso formativo, en tanto será objeto de estudio, de análisis crítico y de posibilidades de redefinición en búsqueda de una mayor eficacia y efectividad.

2.    Creación de un ambiente de aprendizaje propicio para el logro de un aprendizaje profundo.  Se refiere a la necesidad de que participantes y facilitadores generen un clima de respeto, tolerancia, diálogo fraterno, pero a la vez de fomento de crítica y autocrítica, y de problematización de los modos de trabajo de cada cual, con el fin de potenciar y desarrollar nuevas y más eficaces estrategias de trabajo.

3.    Acción protagónica para la liberación y el compromiso social. Desde la crítica y autocrítica profunda, y la reinterpretación situacional de las directrices del estado venezolano, cada participante reflexionará, consigo mismo y con los demás participantes, en torno a su papel, su trabajo, su compromiso social, sus fortalezas y aspectos por desarrollar, los condicionantes sociales e institucionales que afectan su desempeño, así como de los lineamientos y formas específicas que debe asumir en  su trabajo de socialización del conocimiento.

4.    Construcción de proyectos de vida/aprendizaje. Todo lo anterior debe sintetizarse, para cada participante, al menos en la formulación de un proyecto de aprendizaje, que refleje el horizonte, los posibles escenarios, el compromiso, las líneas estratégicas y propuestas de acciones concretas, los modos de evaluación permanente del trabajo, los tiempos y los espacios, enfocado a la potenciación del trabajo de socialización del conocimiento científico.

Evaluación del diplomado:

La evaluación ha de ser permanente, y ejercida simultáneamente por todos, participantes y facilitadores.  Las líneas de acción propuestas son las siguientes:

Ø  Se evalúan los aprendizajes generados y consolidados durante la realización del diplomado.

Ø  Todos evalúan y son evaluados,  mediante ejercicios sistemáticos de autoevaluación, interevaluación y evaluación de los facilitadores del programa.

Ø  La evaluación es permanente, y todos establecen al final los aprendizajes logrados. El peso de la evaluación personal recae en cada persona, mediante la demostración de sus logros.

Ø  Participación activa en las dinámicas grupales, desde las experiencias docentes concretas, en interacción con otros y otras participantes del programa, generación personal y colectiva de saberes y de proyectos para el mejoramiento permanente de la práctica cotidiana.






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